Rodar en La Palma – La Palma Film Commission

De “La casa de papel” a “The Witcher”, un recorrido de vacaciones por los escenarios de series de éxito.

Para ver de un tirón, en monodosis, cambiando de plataforma para acceder a la última temporada… Las series emitidas en streaming se han adueñado de nuestros televisores y dispositivos móviles. Consumir televisión convencional empieza a ser una rareza y aún más extraño es el que no ha visitado al menos un escenario real de su serie favorita. En esta nueva entrega de viajes de cine por España, partimos en busca de localizaciones que, muchas veces, tenemos más cerca de lo que imaginábamos.

Si decimos que Money Heist es la producción no inglesa más vista de Netflix, puede que nos quedemos igual. Pero los verdaderos fans saben que estamos hablando de La casa de papel. A estas alturas todo el mundo conoce que al menos las dos primeras temporadas se centran en el asalto a la Real Casa de la Moneda y, por lo tanto, se ambientan en Madrid. Aunque en temporadas posteriores también se han rodado escenas en Panamá, Italia o Tailandia, lo cierto es que la serie nos da la excusa perfecta para explorar una ciudad que en verano exhibe su cara más relajada. La que hace las veces de la Fábrica de Moneda y Timbre se encuentra en la calle Serrano y es en realidad la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), muy cercano al Museo Nacional de Ciencias Naturales y a la Residencia de estudiantes que frecuentaron Lorca, Buñuel o Dalí, cuyo bigote recuerda la máscara que usan los protagonistas de la serie. El Banco de España es en realidad el Ministerio de Fomento, en la Castellana, mientras que la lluvia de billetes de la tercera temporada cae sobre la céntrica plaza de Callao, al lado del Monasterio de las Descalzas Reales, donde se exponen obras de Tiziano, Rubens y Bruegel.

Sin salir de la provincia de Madrid, hay otra localización que vale la pena visitar. Está en plena Sierra de Guadarrama, a sólo unos treinta kilómetros de la capital. Se trata de Torrelodones, que forma parte de la Ruta Imperial, una propuesta turística que sigue los pasos de Felipe II en el s. XVI en su desplazamiento de Madrid a El Escorial. La casa de campo donde la banda del Bella Ciao prepara el golpe es en realidad la finca de El Gasco, un lugar donde se celebran eventos y bodas.

En cambio, para el cuartel general de la tercera temporada se escogió la Ermita de San Frutos, en Segovia. A 140 km. de Madrid, el lugar donde Berlín escribe su tratado de teología se sitúa por encima de las Hoces del Duratón, un mirador natural sobre el río y el Parque Natural del mismo nombre. El claustro que aparece en pantalla no forma parte de la ermita, pero como San Frutos, se localiza en Segovia. Hablamos de la Abadía de Parraces, en Bercial, un lugar muy buscado para realizar filmaciones y reportajes fotográficos.

Y ya que estamos en Segovia, quizá nos interese saber que algunos escenarios de la última temporada de Las Chicas del cable, la primera serie española producida por Netflix, pertenecen a esta provincia. Ah, y puestos a recordar, el tren donde Alba y Francisco llegan a Madrid para empezar una nueva vida al inicio de la serie, podemos regresar a la capital para visitar el Museo del Ferrocarril, una estación completa como las de antes donde los domingos, además, se celebra un mercadillo de juguetes.

La provincia andaluza ya tuvo su momento de gloria en esta serie de reportajes cuando hablamos de los westerns y las películas históricas que allí se rodaron, pero resulta que el mundo de las series ha identificado sus paisajes como los más adecuados para el terror y las fantasías futuristas y épicas. Por ejemplo, la tercera temporada de la terrorífica Penny Dreadful ha recogido el testigo de Sergio Leone para volver a convertir los desiertos almerienses en el Salvaje Oeste, pero esta vez al servicio del horror gótico.

Varias escenas de Penny Dreadful se han rodado en El Chorrillo, perteneciente al municipio de Pechina. El desierto de Tabernas también ha visto cómo la nave Tardis del Doctor Who levantaba polvo, en especial a partir de la séptima temporada, cuando se escogieron unos antiguos decorados conocidos como Fort Bravo para rodar el episodio Un pueblo llamado Misericordia.

Después de aquello, la presencia de Almería en la serie ha sido recurrente. La última en dejarse caer por allí ha sido la inevitable Juego de tronos, que empezó rodando por toda Europa y ha acabado entusiasmándose con nuestros paisajes. Concretamente, en la provincia andaluza se aprovecharon los escenarios construidos por Ridley Scott para Exodus en Pechina y les dio nueva vida como Vaes Dothrak, la capital de los Dothraki.

Para las escenas de las puertas de la ciudad de Meereen se utilizaron las canteras de yeso de Sorbas, impresionantes al natural, si bien en la serie están escondidas bajo capas y capas de croma. Ya en el Cabo de Gata y cerca de la playa de Carboneras, la Torre de Mesa Roldán prestó su perfil para la batalla de Meereen, donde los esclavistas y Daenerys Targaryen luchan en la sexta temporada. Y aunque la mayor parte de las escenas de los Jardines del Agua del reino de Dorne tuvieron lugar en el Alcázar de Sevilla, una de las escenas clave de la familia Martell – con trágico final, para variar – se filmó en la Alcazaba de Almería.

Por cierto, no podemos dejar la provincia sin mencionar una serie española donde, por fin, los paisajes se representan a sí mismos y no a lugares imaginarios. Se trata de Mar de Plástico, drama policial donde el pueblo ficticio de Campoamargo está compuesto de retazos de varios sitios reales, en especial de San Isidro, algo así como una barriada de Níjar rodeada de la típica estampa de invernaderos donde se practica la agricultura intensiva bajo el potente sol almeriense.

Regresamos de nuevo a las Canarias porque las series internacionales también han encontrado en la Islas Afortunadas paisajes de inspiración. El ya citado Dr. Who se dio una vuelta por allí, pero más inquietante ha sido la historia narrada en el episodio Odio nacional de la distopía Black Mirror, rodada en Tejeda, Gran Canaria. Se trata de uno de aquellos pueblos del interior insular, asentado en un barranco y a los pies de dos montes conocidos, el Roque Nublo y el Roque Bantayga. El primero es Monumento Natural, mientras el segundo era un lugar sagrado para los habitantes originales de la isla. El casco antiguo de Tejeda es claramente reconocible en el capítulo.

Otra serie que ahonda en la fantasía, persiguiendo la estela exitosa de Juego de Tronos pero quedándose a medio camino, es The Witcher. Basada en las novelas del polaco Andrzej Sapkowsk, que a su vez darían lugar a un videojuego de éxito, muchas de sus localizaciones se encuentran en Hungría y Polonia, pero Canarias también han tenido su parte. Por ejemplo, la mole del Roque Nublo repite protagonismo en la historia de las andanzas de Geralt de Rivia. Las dunas de Maspalomas o el vertiginoso barranco de Fataga aparecen en otros momentos de la serie.

Si dejamos Gran Canaria para viajar a La Palma, encontraremos el frescor del bosque de Brokilon, que en la vida real es el de Los Tilos, en San Andres y Sauces. Al norte de la isla, Garafía pretende ser Aretuza, la escuela de magia de la Hermandad de Hechiceros. Pero lo que de verdad nos dejará encantados es el cielo estrellado que se contempla desde El Roque de los Muchachos y su centro de observación astronómica.